viernes, 16 de agosto de 2013

¿Cómo mitigar los riesgos de INCOBRABILIDAD en todos sus sentidos?



Comencemos por identificar conceptualmente a que llamamos CRÉDITO. En sentido general es un concepto de solvencia del que goza una persona o una empresa, pero en materia comercial se lo identifica como el pago DIFERIDO de un bien vendido o servicio prestado.

Hoy en día la economía se basa en los CRÉDITOS, en todas sus formas posibles, siendo el principal propulsor de la producción, distribución y consumo de bienes y servicios. Sin embargo el crédito es visto como un arma de doble filo, por el riesgo de incobrabilidad que nace de este. Es por esto que con el correr del tiempo se fue desarrollando los conceptos de SEGUROS contra esos riesgos. Los seguros básicamente están sujetos a bienes, y tienen distintas clasificaciones de acuerdo al bien sujetado, es por eso que al bien se lo denomina OBJETO DE SEGURO o BIEN ASEGURADO, conceptualizado como el importe que un acreedor tiene derecho a percibir de sus deudores, cubriendo el riesgo de la falta de pago en tiempo y forma correspondiente. Podemos dividir a los SEGUROS, o también denominados GARANTÍAS, en dos grupos: los HIPOTECARIOS que apuntan a bienes INMUEBLES como casas o departamentos, y los PRENDARIOS que apuntan a bienes MUEBLE como autos o motos.

En este artículo nos concentraremos en los CRÉDITOS PRENDARIOS, con el objetivo de mitigar los riesgos de incobrabilidad y al mismo tiempo optimizar las ganancias por la prestación de un servicio tan importante como lo es la VENTA A CRÉDITO.

Antes de comenzar con nuestro análisis debemos identificar cual es el mayor riesgo de nuestra operación 
crediticia para saber cuál es el punto donde debemos estar despiertos. Como todos podemos observar, la Argentina no posee una economía estable que nos permita tener información del mercado para poder tomar nuestras decisiones, sino que la información aquí varía rápidamente, y por ende nuestras decisiones también lo deben hacer. 
Todo riesgo puede llegar a producir un daño, y en este caso el daño es patrimonial, causado por la falta de cobro de la deuda en tiempo y forma, comúnmente causada por la incapacidad financiera del deudor. Sin embargo el riesgo a cubrir tiene dos ramas, la primera la podríamos denominar RIESGO SUBJETIVO, donde entra en juego la moral del deudor que puede influir en el pago o no, y por otro lado tenemos el RIESGO OBJETIVO que nos indica la situación económica del país o del entorno donde se mueve el deudor, que va a influir en los ingresos que el deudor va a percibir.

En nuestra opinión, la mejor forma de mitigar los riesgos es estar ATENTO a todas las variables que pueden influir en la mora de pago, ya que si bien puede ejecutarse el bien para obtener las sumas de dinero correspondientes, hay que tener en cuenta que para dicha ejecución se ha de desembolsar sumas de dinero que van a disminuir las ganancias de la actividad (básicamente son los honorarios de los abogados). Es por eso que en un país tan inestable como el nuestro debemos poder mitigar los riesgos de tener estos GASTOS que disminuirán los resultados esperados.

Luego de un análisis en profundidad nos hemos dado cuenta que este riesgo no está asegurado, es decir, en casos comunes de falta de pago la gente suele pagar sumas de dinero importantes a los abogados para que realicen las actividades correspondientes de cobro. Dichas suman suelen salir del bolsillo del acreedor debido a la falta de pago del deudor, es por esto que el mercado crediticio necesita de una figura fuerte que ayude disminuir estos gastos.

Como solución más eficiente hemos optado por el OUTSOURCING DE COBRANZAS Y EJECUCIÓN PREDARIA, un servicio nuevo que consiste en terciarizar la gestión de cobranza por mora tardía, realizar un seguimiento de la misma e iniciar las acciones legales correspondientes a fin de transformar en líquido el crédito por la venta de los bienes. Es lo que en contabilidad suele llamarse PREVISIÓN, que permite alivianar los gastos en el tiempo y al mismo tiempo permite disminuir dichos costos.


De esta forma podemos optimizar nuestras ganancias ya que los costos de la ejecución de los bienes se diluyen en el tiempo, y el los riesgos de incobrabilidad se cubren en todos sus sentidos, desde el pago de lo adeudado hasta el pago de las actividades de gestión de la incobrabilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario